Faltan 5 pa las doce

-Gracias por recordarme el lugar en el que no estoy-
Él había sido la última historia contada de la noche, también del año. Él, inevitablemente presente tal vez por lo lejos.

-Sólo quería decirte que te extraño-
Ella había sido su necia costumbre al final de las vacaciones. Dos años y estaba comenzando a parecer una tradición como rezar la novena o comer pernil el 31. Esta vez sería diferente, francamente le importaba un culo. Las mujeres tienen esa manía de hacerlo toda tan dramático y trascendental.

Comentarios

Shikamaru ha dicho que…
Ella parecia dormida, en realidad sólo estaba muy relajada y sonreía. El pasó a su lado y la vio tendida en el piso, de esa misma manera que lo había hecho cada domingo en la tarde de los últimos 10 años. Sin decir ni una pálabra le colocó un oso de peluche bajo el brazo y la contempló unos segundos más.

Para mi fue revelador observar a estos dos, ¿acaso es posible no perder el cuidado? es más ¿ganar en sutileza y tacto?. Ser testigo y a veces protagonista de tantas alianzas deshonradas me han vuelto escéptico...pero no del todo.

La noche vino solitaria y cálida, aún así llena de tí, pues te he instalado en el paisaje. Imagino que escribes o que piensas que escribes.

Antes de dormir se me ocurre que tan sólo ocupamos los espacios de lo posible; como el agua irrumpimos en cada pliegue suceptible de ser llenado, a pesar de la voluntad o los caprichos.

Geografía de la emosión y la ilusión ¿eres tu o un río de luz?