COJONES
Feliz Navidad en pleno marzo. De verdad que tiene cojones. Hay dos putos teléfonos sonando enloquecidos cada 10 minutos, el día amaneció demasiado temprano y entonces mi asistente se agarra a botellazos con el tipo que maneja el camión, que a su vez lo acusa de ser un hippie marigüanero y todos y me incluyo, amanecimos con ganas de no hacer un culo por esa manía que tienen acá de andar lavándose las manos con los demás, porque se tapan con la misma cobija y luego pretenden que el que pone la cara es el más loco de todos, el único capaz de decir la verdad y por lo tanto, de crucificarse a si mismo. Yo, que no soy santo de mi devoción, he salido de mi casa con la intención de verlo, porque más tarde voy a estar borracha, celebrando mil veces a Moisés salvado de las aguas. Tengo una cara de vida triste la mia, pura mamadez sin duda, -Te tocó crecer- me dice, y de que modo, pienso yo, señor padre de familia, señor estoy buscando jardines infantiles, señor Flanders. No recuerdo si lo quiero o lo detesto. Ninguna de las dos sería una buena respuesta en este momento, señorita pelirroja, señorita ocupada, señorita no podrías estar más loca. ¿Ah? y me lo dice en la cara, de verdad que tiene cojones. Podría estar mil veces más loca, querer por ejemplo, verte en las mañanas. Gracias a mi madre, (y lo digo en serio) que sólo me heredó la voluntad de puta.
Comentarios
gracias
¿ j ? bien, lo único seguro en mi tierra de nadie, son los maullidos de mi gato cuando tiene hambre