CARTA 1. de jacobo
Si tuviera sueños serías uno de ellos, pero yo estoy perdido en la tierra de nadie y vos estás demasiado lejos.
Te vi por primera vez en la fiesta esa, ahora no puedo recordar que hacía allí, lo cierto es que en medio de tanta gente estabas vos, contándote aburrida las flores del vestido. Podría decirte muchas cosas pero serían mentira, lo he olvidado todo.
Esa noche hablabas con alguien, intentabas explicarle cuánto te tallaban los zapatos nuevos, correas, tacones, ampollas. La noche iba a ser larga y yo, simplemente no podía quitarte los ojos de encima.
Te vi por primera vez en la fiesta esa, ahora no puedo recordar que hacía allí, lo cierto es que en medio de tanta gente estabas vos, contándote aburrida las flores del vestido. Podría decirte muchas cosas pero serían mentira, lo he olvidado todo.
Esa noche hablabas con alguien, intentabas explicarle cuánto te tallaban los zapatos nuevos, correas, tacones, ampollas. La noche iba a ser larga y yo, simplemente no podía quitarte los ojos de encima.
Comentarios
Hace unos días conocí un gato que parece tener una espina atravesada en la garganta, algún pescado que habrá encontrado en una caneca, pienso. Lo veo a escondidas cuando intenta dormir, y extrañamente, como nosotros los perros, da vueltas sobre si para poder acomodarse y evitar que la espina le maltrate la garganta y tenga que aullar toda la noche de dolor.
Un perro como yo, buscaría ayuda inmediatamente, alguien que me curara este dolor, pero como es gato, y los gatos son así, imagino con tristeza que seguirá dando vueltas antes de dormir y se las arreglará solo.