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Mostrando entradas de abril, 2018
Ese sentimiento que comenzaba en las tripas y subía hasta la boca del estómago para luego resolverse en náuseas. No estaba segura de si era el presagio del fin del mundo o al menos de su propia muerte, o más bien estaba necesitando un Peptobismol. Tanto tiempo con lo mismo que había perdido la capacidad de decidir entre sus manías mentales y una gastroenteritis. Al final daba lo mismo. Pensó en correr, pero era domingo y estaba lloviendo. La gente no debería desaparecer los domingos porque los volvía demasiado redundantes. Decidió hacerse un ovillo en la cama, tal vez así lograra convertirse en un zorro invisible.
Y entonces ella corrió.
Se le había olvidado que lo quería, por la pura falta de uso de ese amor viejo que habitaba como fantasma descalzo entre los corredores de su historia.
Prometieron encontrarse en otra vida pero iba a estar medio jodido, él se sentía condenado al infierno y ella planeaba reencarnar en gato.

Catálogo de ideas

Apenas le abrió la puerta, se la soltó así, sin dudarlo, porque llevaba tantos días perdidos dándole vueltas a la idea, que había ido y venido por entre todos los escenarios posibles, las historias imaginadas, las vidas soñadas, y ya no le quedaba nada más que inventarse, solo la verdad limpia y afeitada. —De todas las putas malas ideas que he tenido, y han sido muchas, vos sos la peor.

Bosque de Pinos

Como un niño con juguete nuevo, con esa expresión de júbilo que siempre parecía fuera de lugar en su cara, le mostró la cama nueva. Un artilugio extraño que por acción de una palanca ubicada junto a la cabecera, levanta el colchón y deja al descubierto una especie de cajón enorme. Ella lo conoce bien, han sido amantes por quince años. Sabe que en ese cajón guardará sus cadáveres. "Las mujeres son extrañas" le dijo una vez, "complican las cosas y yo soy un tipo simple". Básicamente no le gustan los compromisos pero es incapaz de articular una despedida. Prefiere matarlas. Ella lo conoce bien, lo ha amado por quince años y no le importa. Está tranquila, no es una de esas viejas raras  y su relación nunca ha sido complicada, siempre supo cuál era su lugar en las historia, además, a quién sino a ella podría contarle todos sus secretos, la necesita. Lo sabe bien. Se sientan en el sofá y la charla va sobre la forma de los libros y el extraño día en que el mar casi e