El funcionamiento de su cabeza se parecía al compu de la abuela, que una vez apretó el botón equivocado y le salieron 387 ventanas con páginas porno. Iba a escribir un correo, gente en pelota. Abría Word, una vieja gritaba. Quería ver un video de gatos, invitación a un chat privado. Acababa de entenderlo todo, lo suyo no era amor, era un virus.

Comentarios